Lost Bodies, de Ian Watson

Ian Watson es escritor de género. Pero, sin abandonar jamás el campo de la ciencia ficción, la fantasía y lo macabro, siempre ha defendido por encima de todo la experimentación tanto formal como temática, alejada de los modelos populares que, en cierto modo, siempre han lastrado a estos géneros. Hijo espiritual, por tanto, de esa generación que instauró la ficción especulativa o New Wave en Gran Bretaña (y que se movía alrededor de Michael Moorcock, Keith Roberts, Norman Spinrad y Brian Aldiss, entre otros), aunque por edad perteneciente a una hornada posterior, sus ficciones tienen un enorme sabor literario y una gran innovación temática, casi siempre centrada en el papel del individuo y su relación con los seres humanos de su entorno.
Muchas veces, Watson da un paso atrás para poder dar dos adelante, y es así en este relato, Cuerpos Perdidos, que tiene un fuerte carácter surrealista y onírico, en el sentido de que la traslación de las imágenes soñadas a la realidad transforman ésta y la convierten en otra cosa; algo distinto que, sin embargo, puede ser mejor reflejo de la realidad que la realidad misma. Todo ello (esta vez por elección, puesto que Watson puede ser un formidable experimentador sintáctico y semántico) en una narración de corte realista tradicional, que podemos calificar como de bordes bien definidos.
Jon, Lucy, Kirstie y Peter son arquetípicos modelos de los ochenta (cuyos descendientes mutados en monstruos rigen nuestros destinos económicos, y por tanto morales, hoy).
«Dejen que me explique. Todos estábamos en el corazón del dinero: ingresos de pareja, sin hijos. Mucho antes, en la universidad, Jon y yo habíamos abrazado el nuevo puritanismo de la adicción al trabajo: el trabajo era mucho más divertido que recorrer las camas ajenas. Él fue a la City para comerciar con acciones y cabalgar en la rueda de la fortuna. Yo me había pasado de la ingeniería a la economía. [...] Ponía en el mercado ideas; convertía neuronas en billetes de banco. Lucy [...] había abandonado la investigación médica en favor de los seguros médicos. [...] Kirstie había fundado su propia agencia de colocación especializada en irlandeses e irlandesas que buscaban ganarse la vida en Londres.»
Los cuatro parecen componer un círculo cerrado, íntimo. Hijos de los 80, época en la que el SIDA transformó la moral sexual, pero herederos del "Swinging London", se mantienen monógamos por temor, aunque dispuestos a intercambiarse las respectivas parejas. Sin embargo, parece haber un punto de insatisfacción en las vidas de los cuatro y, tal como los describe Watson, uno no puede sino pensar que es muy lógico que sea así.
A partir de esta situación, el relato se vuelve surrealista (en el buen sentido): simbólico, transgresor, onírico / pesadillesco, desencadenante en suma. Las interpretaciones que pueden darse son muchas, pero una que puede atribuirse al relato es que cuando uno reconcentra su vida al máximo, se aleja del contacto con el exterior, elimina tantos nexos de unión con los demás, se vuelve irremediablemente solipsista y acaba por cometer el mayor de los pecados para con aquellos pocos que le acompañan en su periplo vital, como es la traición. Algo que se paga muy caro.
Ian Watson no es amante de los argumentos fáciles, ni de las imágenes estereotipadas, ni de la prosa simplista. No es una actitud destinada a epatar o a complicarle la vida al lector. Watson necesita de la colaboración del lector para completar su narrativa en la mente de éste. Por eso juega con imágenes que puedan despertar sensaciones diferentes en cada uno de ellos. Lo difícil es hacerlo transmitiendo un mensaje básico pero que pueda ser matizado y reinterpretado por cada destinatario de la historia. Como escritor, es asumir un gran riesgo, porque requiere un gran trabajo y un enorme nivel de perfección en lo escrito. Pero son rasgos que, asumidos y desarrollados, resultan en historias únicas para los lectores.

En Demons & Dreams. The Best Fantasy and Horror 2
Legend / Random Century
Londres, 1990 [1988]
Ed. de Ellen Datlow y Terri Windling

Fragmentos de texto de Lost Bodies en inglés, en Google Books
Página web del autor

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4 comentarios:

Ian Watson dijo...

¡Qué gran placer para mi leer su comentario sobre mi(s) Cuerpos Perdidos! Una sorpresa deliciosa.
(Una cosita pedante: en su lista de escritores pienso que quería decir Keith Roberts en vez de Keith Laumer...-)
Saludos,
Ian W.
www.ianwatson.info

Lluís Salvador dijo...

Dear Ian:
It's a pleasure have you in this blog; double pleasure, because we know each other personally. In one of your first visits to Barcelona I was working in the Gigamesh bookshop, and we went to have some drinks after the signature session; and in The Hague SF Worldcon I was one of those who offered you a treat, courtesy of the organizers of the convention. So, it's been a joy to have you here, both as a writer and as, not a friend, but a fondly remembered person.
And it's not a pedantic thing, not at all. My memory is not what used to be, so I'm beginning to suffer lapsus lingue and the others. It's rectified now, and I thank you for the objection.
As I thank you again for your words in response to my humble comment to your Lost Bodies.
(I know you live in Gijón now, and your Spanish is very good, but I write in English just in case... :-)
Thank you again, and I hope to see you again, in person or in words, because other works of you are equally commendable, of course.
Yours truly,
Lluís

Ian Watson dijo...

Thank you for allowing me to be lazy! In fact I'm replying from a hotel in Salamanca with quite a lot of technical difficulties, so let me just tell you for the moment about the one minute of glory for Lost Bodies. The year after the story was published I went to a Fantasycon and discovered that LB was short listed for the British Fantasy Award. The British Fantasy Society is a bit chaotic and hadn't announced the short list beforehand. Voting was happening at the Fantasycon hotel. Next evening I went to the award ceremony after the banquet. Guest of Honour Joe Lansdale read out the short list for best short story, including "Lost Bodies by Ian... Wilson."
(Ian Wilson was a best-selling writer of books such as Jesus: The Evidence"). Afterwards the BFS forgot to publish the short list, only the name of the winner, who wasn't me...
Jajajaja
All best!
Ian martianinca@btinternet.com

Lluís Salvador dijo...

Dear Ian:
You're welcome.
Thank you for the anecdote. Probably the BFS is to blame for I not knowing of "Lost Bodies" was nominated to the award. At that time we used to check the nominees and awards so to have them presents in our reading-lists.
But, late or not, I have come to read it recently (You'll see I am a bit late in my readings. The answer is I have lot of interesting material accumulated for reading "in a future") and I was happily surprised by the density and implications of the story.
Datlow and Windling mention that part of it comes from a dream of you, and that charges even more the story with symbolism. In any case, it seems completely fitting to include it in an anthology of the best of the year.
Yours truly,
Lluís