Jazz Porque Sí: Benny Carter en Europa

En el marco de los conciertos de la Jazz at the Philarmonic que Norman Granz organizaba, unas gigantescas jam sessions en las que procuraba poner en un mismo escenario a lo más famoso del jazz (y, que, con un poco de nostalgia, hoy son imposibles: a ver quién pone nombres como esos juntos), y con la habitual desorganización que Granz tenía para con lo demás, sólo sabemos que el material de este concierto fue grabado en Europa. En diversos sitios, en diversas fechas y vaya usted a saber qué más.
En fin, el caso es que tenemos al gran Benny Carter, alguien que ya en la época más clásica del jazz era visto como un maestro del saxo alto, y que mantuvo esa categoría toda su vida, incluyendo el año 1967 que es cuando se grabaron estas piezas.
Para empezar, escucharemos Now's the Time, de Charlie Parker, y Wee. Quienes acompañan a Carter en el escenario son Clark Terry a la trompeta (un músico que tuvo el registro de tocar en las orquestas de Duke Ellington y de Count Basie, es decir, calidad más que contrastada), Zoot Sims y Paul Gonsalves a los saxos tenores y como rítmica el trío de Oscar Peterson, con éste al piano, Sam Jones al contrabajo y Bobby Durham a la batería. Ahí es nada la de pesos pesados del jazz por metro cuadrado que se juntaron. Con excelentes resultados, como podrán oír.
Después, un I Can't Get Started con Carter solista al tenor acompañado únicamente del trío de Peterson, y que demuestra la inmensa calidad de Benny Carter como baladista, con una delicadeza y un sentimiento como sólo los grandes tienen.
Acompañado de Johnny Hodges al alto (otro saxofonista genial), de Coleman Hawkins al tenor (supongo que no hay que decir nada del padre del saxo tenor clásico) y del trío de Peterson, tenemos un C-Jam Blues inmenso. 
Con la orquesta de Duke Ellington de fondo (sí, sí, tal como suena) y al frente Carter y Hodges a los saxos altos y Jimmy Hamilton y Paul Gonsalves a los tenores, este cuarteto se marca Satin Doll.
Y para finalizar, de nuevo Duke Ellington y su orquesta con Carter y Hodges en la primacía para ofrecernos Prelude to a Kiss.
¿Qué me dicen? Se han dicho muchas cosas sobre Granz, muchas de ellas tonterías, pero si alguien hizo el milagro de reunir (heterogéneamente a veces, pero con resultados siempre sorprendentes y satisfactorios) a tantos gigantes fue él. Reuniones por las que hoy se pagarían fortunas.
Como siempre, atentos a los comentarios del Cifu, y disfruten del sabor y la música de una buena jam session de estos maestros.


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