Autopista, de Jaume Perich

Ed. Estela / Eds. de Bolsillo, col. Popular
Barcelona, 19702 [1970]
Prólogo de Luis Carandell

Como dice Luis Carandell en su magnífico prólogo, «el trabajo de Perich [...] tiene hondas raíces en la historia del humorismo catalán pero participa también en igual medida de la desgarrada ironía ibérica. Siendo él bilingüe, su humor también lo es, lo mismo cuando dibuja que cuando escribe las máximas que componen este libro.»
Desaparecido prematuramente, Perich fue un humorista irreductible, negro, comprometido, genial, ácido siempre. Y tal vez su constante combate contra la censura franquista, a la que toreó repetidas veces («Desde hace una temporada la universidad se está volviendo muy gris.»), y su permanente compromiso le han colocado en una posición coyuntural, como si su humor sólo sirviera para ese momento y, sobre todo, contra ese tiempo. Nada más falso. Este Autopista, cuyo título es una parodia sangrante del Camino de Escrivá de Balaguer, se compone de una máximas que por una parte, y convenientemente referenciadas, serían una crónica de la España franquista y el mundo de esa época, y por otra, una serie de pensamientos humorísticos y sarcásticos perfectamente válidos hoy (y uno teme que en un largo, largo futuro). Vean si no:
El trabajador
Si al decir "trabajador" indicamos una clase social, significa que las restantes clases sociales no dan ni golpe.
Un exprimidor
Cuando le pregunten qué es un "exprimidor", piense en naranjas, no en problemas sociales.
El hombre
No es cierto que el hombre sea el lobo para el hombre. El hombre es el hombre para el hombre.
Censura
La "autocensura" ─será por llevar la palabra "auto"─ es la que más atropella al creador.
Literatura infantil
La mayoría de infecciones intestinales de los lobos provienen de haber comido Caperucitas Verdes.
El pesimismo del pueblo español
Una prueba indiscutible del pesimismo del pueblo español lo constituye el jamón de menor calidad: le llamamos "del país".
La oposición
Hay tipos que creen que la mejor oposición es la horizontal, dentro de un ataúd.
La esclavitud
La esclavitud no se ha abolido, se ha puesto en nómina.
Historia
Los soldados de Napoleón llevaban un bastón de mariscal en la mochila y un testamento de soldado en el bolsillo.
La partida
Uno de los inconvenientes de partir de cero, en nuestra sociedad por lo menos, es que se parte hacia atrás.
Es sólo una pequeña muestra de tan sólo uno de los libros del Perich. Imagínense lo que sería una buena antología (ya no pido unas obras completas). Es inútil lamentarse por lo que Jaume Perich hubiese podido escribir hoy día con lo que está cayendo. Pero por lo menos sería de justicia no olvidar lo que ya escribió y ver que las cosas no han cambiado tanto como nos creemos.

btemplates

0 comentarios: